Llego más tarde de lo esperado, pero logro ver 4 o 5 canciones de Muck & The Mires. Garage rock americano del bueno, que hace bailar a lo air guitar sin parar. Grandes estribillos pegadizos y un uniforme de polo negro con el cuello rojo que lucen todos los componentes.
El sonido de la sala parece bastante bueno de momento, lo cual aleja cierto temor que tenia por no conocer la sala (miedo a lo desconocido, ya sabéis).
Me acerco un poco más tras el movimiento de gente en el breve cambio de escenario para ver a JC Brooks & The Uptown Sound. Conciertazo de soul en el cual no podemos dejar de bailar. Curioso que con esa voz no sea tan conocido por aquí como otros artistas americanos.
Tras JC Brooks llegan The Muffs, banda de punk rock pop de los 90. The Muffs descargan sus canciones llenas de energía, pero la ecualización de la voz empeora. A pesar de eso y de algún tropezón del bajista, The Muffs consiguen que se baile pogo, y dejan constancia de que aún tienen cuerda para rato.
Por último, los cabeza de cartel, lo grandísimos (sobre todo el cantante) The Soundtrack Of Our Lives! Extraordinario concierto de rock con mucha actitud y con enormes canciones. Ebbot Lundberg en su papel de gran predicador del rock, vestido con túnica como de costumbre, nos enseñó lo que es ser un buen frontman, aunque quizá se había pasado con el alcohol. Abundaron canciones del último e imprescindible Communion, creando atmósferas que solo se veían emborronadas por el terrible sonido de la sala, que a lo largo de la noche se convirtió en la única pega de este pequeño pero a su vez gran festival.
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